martes, 13 de julio de 2010

Día 1: Kiel

Para no variar, nuestro vuelo sale muy pronto por la mañana, esta vez a las 7:30, y puntual como un clavo. Hacemos una breve escala en Munich, y llegamos a Hamburgo a las 12:00, donde nos recoge el personal de MSC para llevarnos al barco, que está atracado en Kiel, al norte de Alemania, muy próxima a la frontera con Dinamarca.

La primera impresión del barco nos deja asombrados. No nos podíamos imaginar que fuera a ser tan grande. El check-in fue mucho más rápido de lo esperado, y en poco más de media hora ya estabamos en nuestro camaro
te. Nos habían dicho que el registro era pesadísimo, pero la verdad es que fue visto y no visto. Te toman una foto, te dan la tarjeta para los pagos en el barco, y adentro.

Comimos a eso de las 3 de la ta
rde, y salimos del barco para ver Kiel. No es una ciudad demasiado interesante salvo en la semana internacional de vela, y precisamente estabamos en ella. Durante esos días, la ciudad se llena de puestos de comida internacional, puestos de cerveza, actuaciones por la calle... La pena es que a las 19:00 zarpaba el barco rumbo a Copenhague, y no tuvimos tiempo para disfrutarlo, aunque al menos pudimos hacernos una idea.





Ya en el barco, dedicamos el tiempo hasta la cena a orientarnos por los 15 pisos del bicho, y a deshacer la maleta. Después, lo que iba a ser la rutina de todos los días: Cena, espectáculo en el teatro, y a dormir, que desde primera hora de la mañana ya estabamos más que cansados.

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